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No importó la presencia de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) para que bandas de civiles armados (colectivos) arremetieran con pistolas, bates y objetos contundentes contra ciudadanos que se concentraban para marchar hacia la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en Caracas.
En parejas, tapándose los rostros con capuchas y a bordo de motocicletas, los colectivos dispararon más de diez tiros que pudieron impactar en ciudadanos y policías, incluido el comandante Chacón, encargado del contingente de la PNB en el barrio de la Candelaria, en el centro de Caracas, que intentó mediar con los sujetos para que detuvieran sus ataques.
Los agresores portaban cascos, pantalones militares, máscaras antigás y chalecos antibalas con logos que identifican a organismos del Estado, como el Ministerio de Interior y Justicia y la División de Infantería Marina.
Como prueba de lo letal que pudo ser el ataque, en el que al menos dos pistoleros jalaron sus gatillos, el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, junto a la diputada Gaby Arellano, quienes estaban presentes en el sitio, recogieron siete casquillos de bala que quedaron esparcidos en el suelo.
El director de la PNB, Alfredo Pérez, destacó el carácter pacífico que tuvo la concentración hasta antes de que arribaran los paramilitares: “Cuando llegaron los vagabundos esos nosotros fuimos los primeros que nos colocamos delante de ustedes (los ciudadanos) garantizándoles la vida, sin cargar los medios para combatirlos a ellos”, dijo.
