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El Comité de Apelación de la FIFA ha decidido retirar la sanción de cuatro partidos impuesta a Lionel Messi, delantero de la selección de Argentina, por la Comisión Disciplinaria. Para la institución que rige la disciplina del fútbol, no valió los videos y audios de la indisciplina dentro del campo del jugador argentino, sino más valió el temor que Argentina no clasifique al mundial y la FIFA pierda millones al no tener a Messi en Rusia 2018.
Aun que no está confirmado, la propia gente de la FIFA ha comentado que hasta el propio presidente de Rusia, Vladimir Putin, por intermedio de un emisario, pidió a la máxima autoridad de la FIFA, Gianni Infantino, que le rebajaran o anularan la sanción a Leo.
Y no fue el único. Se afirma que el propio presidente argentino Maurio Macri, también envió un mensaje a Infantino, invitándolo a una reunión reservada en Buenos Aires, aprovechando su presencia en Chile a donde viajó para asistir a la 16 Congreso de la Conmebol.
Incluso existen versiones que su participación en la reunión de la Conmebol, fue simplemente un pretexto para reunirse con Macri.
¿Pero cuál es el argumento que utilizó la FIFA para darle ese inmerecido premio al astro argentino? “Pese a que la Comisión de Apelación de la FIFA consideró reprochable la conducta del jugador Lionel Messi en dicho incidente, la misma determinó a su vez que las pruebas disponibles no eran suficientes para demostrar según los estándares adecuados -es decir, de manera completamente satisfactoria para los miembros de la Comisión de Apelación- la aplicabilidad del art. 77 a) del CDF, que permite a la Comisión Disciplinaria sancionar las faltas graves que no hubiesen advertido los oficiales de partido”, asegura.
Al respecto, Apelación “recuerda que el respeto hacia los oficiales de partido es esencial y ha de ser una constante en el fútbol, por lo que cualquier actitud contraria al principio del juego limpio o a la deportividad ha de ser rechazada”.
“En virtud de dicha decisión, se han retirado tanto la suspensión por partidos que entró en vigor el pasado 28 de marzo, como la multa de 10.000 CHF (francos suizos) impuestas a Lionel Messi”, concluye el escrito de la FIFA. En pocas palabras, una burla.
