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El presidente Pedro Pablo Kuczynski dedicó casi todo su Mensaje a la Nación, de poco más de una hora de duración, a evaluar su primer año de gestión y a anunciar las iniciativas y proyectos de reactivación económica para el segundo año del quinquenio que gobernará al país. Todo ello como marco para pintar un cuadro ya conocido, muy similar en el fondo al discurso del año pasado. Con la diferencia que este año se ha agarrado de dos excusas para justificar la ineficiencia de su gobierno para cumplir con lo prometido. La primera de ellas el Fenómeno del Niño Costero y la otro la Corrupción destapada con el caso Lava Jato. Al respecto puedo decir que el Fenómeno del Niño se puede repetir cada verano y los casos de corrupción recién se están destapando, entonces si esta situación se repite y se prolonga es muy probable que en el próximo discurso este pidiendo perdón y excusándose nuevamente por los mismos motivos. El país no está para excusas ni pretextos, el Perú necesita acción directa, firme y capaz sobre todo en los temas económico, laboral y de seguridad.
Voces del Interior
El discurso de primer año de gobierno del presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, fue calificado por las autoridades del interior del país como genérico y centralista. El gobernador regional encargado de Piura, Alfredo Neyra, consideró que no hubo anuncios concretos y se basó en generalidades. Sobre el proceso de reconstrucción, señaló que no hubo nada nuevo y que se esperaba que anunciara mayor participación de los gobiernos regionales y municipios.
En la misma línea, la máxima autoridad de Lambayeque, Humberto Acuña, dijo que “una cuestión es la reconstrucción del país y otra que las regiones salgan adelante solas con la reactivación de la economía”. En Arequipa, la gobernadora regional Yamila Osorio sostuvo que el presidente debió ser más directo en atender los problemas en salud y educación. El alcalde provincial, Alfredo Zegarra, calificó el mensaje de “muy genérico”.
El alcalde de Piura, Oscar Miranda, dijo que el presidente Kuczynski tuvo un enfoque centralista o paternalista. “No estamos contentos”, subrayó. El alcalde de Tacna, Luis Torres, anotó que faltó hablar de inclusión social. Entonces no es que lo diga yo, hay un consenso de opiniones que coinciden en que el discurso fue más de lo mismo.
Temas tratados
Fueron abordados temas como la reactivación económica, la reconstrucción y el destrabe de proyectos de inversión. En ese contexto, no pasó desapercibido el mea culpa del mandatario. “Quizá subestimé el esfuerzo titánico que requería restablecer el crecimiento económico en un contexto como este (el impacto del Caso Lava Jato y El Niño costero). Me disculpo si fue así”, dijo Kuczynski.
Estas palabras de reflejan un intento o intención de cambio de actitud del gobierno. Aunque se requiere un mayor compromiso para reactivar la economía. No hubo el anuncio de grandes reformas, sino más bien planteamientos administrativos.
Hay una cantidad importante de proyectos trabados que no están contaminados por el Caso Lava Jato. Ellos suman más de US$10.000 millones y se pueden poner en marcha pronto para dar el impacto que la economía peruana necesita y la pregunta sería por qué hasta el momento no lo han hecho.
La inversión de S/50 mil millones en agua y desagüe anunciada en el discurso es una forma de generar nuevos puestos de trabajo. Se espera que parte de ese presupuesto se destine a acompañar esta meta de 150 mil nuevas viviendas sociales formales. Esto en línea con la política de este gobierno de fomentar la formalización de la economía. Asimismo, hay que hacer hincapié en la necesidad de promover los proyectos para el saneamiento de aguas residuales mediante asociaciones público-privadas.
En el tema tributario, PPK volvió a referirse a los cambios en el régimen de pagos adelantados del Impuesto General a las Ventas (IGV) como la causa de una mayor evasión, pero no anunció ninguna medida tributaria específica. Este problema se relaciona con lo que se considera el gran error de la actual gestión: no realizar una adecuada auditoría de lo que recibió.
En el discurso estuvo ausente una política para la reactivación de la industria, que se encuentra en recesión hace cuatro años. El Perú necesita una reforma laboral y tributaria para poder competir en el exterior. Por el bien del país la oposición y la opinión pública debe participar activamente para exigirle resultados concretos al gobierno y sobre todo que cumpla sus promesas de campaña. En resumen, en lo personal, el discurso presidencial me sonó a música de una misma danza, la misma del año pasado. Hasta mañana mis amigos de Primera.
