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El ministro de Transportes se encuentra prácticamente con respirador artificial. La interpelación puso al descubierto una serie de nuevas irregularidades en el contrato y la adenda que entrega el proyecto del Aeropuerto de Chinchero a Kuntur Wasi. Este lunes la Contraloría presenta su informe de auditoría, y podría ser la estocada final a Martin Vizcarra si es adverso.
La mancha de lobby al más alto nivel fue advertida por legisladores de todas las bancadas al contrato. Le han hecho la propuesta que renuncie. No se lo han dicho, pero el mensaje es que es mejor ese camino a esperar la censura.
De todas formas, este lunes Edgar Alarcón presentará el informe de auditoría, y todo indica que ha encontrado serias irregularidades; que se pudo hacer en mejores condiciones para los intereses del estado, y aunque no lo dice literalmente, el texto deja inferir que la balanza se inclinó a los intereses de la empresa.
Marisa Glave dejó mal parado la noche del jueves a Martin Vizcarra, quien había asegurado que no recibió presiones ni influencias del primer ministro, Fernando Zavala, para que se rubrique ese documento en esas condiciones.
La parlamentaria del Frente Amplio, mostrando un documento, corroboraba que por la puerta del ministerio de Transportes sí cruzó hasta su interior otro Zavala, de nombre Ximena. Y no precisamente para tramitar una licencia de conducir, sino para reunirse con Fiorella Molinelli.
La funcionaria es señalada por la procuraduría, como la persona que firmó con el consorcio Kuntur Wasi la cuestionada adenda al contrato del 2014, que también se ha considerado que va en contra de los intereses del Estado.
“El señor Vizcarra ha dicho que no se ha reunido con la señora Zavala, pero la señora Molinelli sí”, aseguró Glave.
Subrayó que no fueron pocas veces, sino que el dialogo fue muy fluido. “Dos veces con la señora Zavala en agosto. Dos veces con la señora Zavala en octubre y dos veces con la señora Zavala en noviembre, cuando ya estaban evidentemente en gestión, y entiendo en discusión de esta agenda”, expresó la parlamentaria del Frente Amplio.
El contrato está plagado de serias observaciones, como se hizo notar en la interpelación parlamentaria.
¿Se le podría dar un contrato de esa naturaleza a un consorcio que es prácticamente insolvente como lo hicieron notar parlamentarios como Víctor Andrés García Belaunde?: pero se hizo.
“Es una empresa que ha tenido un embargo de la Sunat por 360,000 soles en noviembre pasado coactivo y solo cuenta con cuatro trabajadores”, expresó.
¿Es lógico que una empresa usufructúe un bien por 4º años cuando apenas ha puesto el 20 por ciento del proyecto y el Estado el 80 por ciento?: contra toda lógica se le otorgó, como lo hicieron notar el parlamentario cusqueño de Acción Popular, Armando Villanueva, y del Apra, Mauricio Mulder.
La bancada fujimorista sacó otro documento que reviste gravead. La Primera Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de funcionarios, el pasado mes de marzo, determina que la firma de la adenda al contrato tuvo como objetivo beneficiar intereses particulares.
“Queremos que Cusco tenga un nuevo aeropuerto pero sin favorecer a las empresas amigas del gobierno. Antes que sea censurado, lo mejor es que renuncie, señor ministro”, le propuso Daniel Salaverry.
