Testigo clave confirma que le pagaron para limpiar a Ollanta Humala del caso Madre Mía

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FOTO NOTA 1 PAGINA 2“Me dieron 4.500 (dólares), pero en partes”. De esta manera Jorge Ávila Rivera, testigo clave del caso Madre Mía, confirmó que, en la campaña de 2011, operadores del entonces candidato Ollanta Humala le pagaron para que se retracte sobre las acusaciones de supuestos secuestros y asesinatos que habría cometido el expresidente en 1992, cuando estuvo a cargo de una base contrasubversiva en el Huallaga.

Esta afirmación la hizo Ávila Rivera en una entrevista que le realizó el diario El Comercio, luego de que se revelaran las transcripciones de unas conversaciones interceptadas con orden judicial a Humala y su entorno, en plena campaña del 2011, lo que confirma la compra de testigos en el caso Madre Mía.

El Comercio buscó a Jorge Ávila Rivera en Aucayacu (Huánuco), donde vive actualmente, para preguntarle sobre este tema.

“Uno de los intermediarios ahí fue Amílcar (…) (Me pidió) que me retracte, que no le eche la culpa a Humala”, contó el testigo clave desde Aucayacu, en Huánuco, en alusión a Amílcar Gómez Amasifuén, quien es amigo, colaborador y compañero de armas del expresidente en el Ejército, incluso lo acompañó en el levantamiento de Locumba del año 2000.

Ávila afirmó que el pago lo recibió en el 2006, la primera vez que Humala fue candidato pero no ganó. Una figura parecida se repitió en la campaña del 2011. En esa ocasión, relató el testigo al medio de comunicación, que le entregaron “propinas” para que se mantuviera en silencio. Agregó que también le hicieron otras promesas que nunca cumplieron, como “estudios superiores para mis hijos”.

Los ofrecimientos vieron de Amílcar Gómez, su cuñado Robinson Gómez Reátegui y hasta del abogado de Humala en la primera fase del juicio por Madre Mía, Eduardo Roy Gates, con quien –según su relato– se reunió hasta en cuatro oportunidades en Tingo María.

Roy Gates, quien en el gobierno se Humala fue asesor presidencial y luego abogado de Nadine Heredia, aseguró que es absolutamente falso lo que sostiene Ávila: “No he entregado ningún beneficio económico al señor”, subrayó a El Comercio, al referir que la declaración del testigo debe probarse. Sin embargo, confirmó haber coincidido en más de una oportunidad con él cuando se realizó la reconstrucción de los hechos en la base de Madre Mía.

Según el relato de Ávila, durante la campaña del 2006, su cuñado Robinson Gómez, Amílcar Gómez y, en otra ocasión, Cynthia Montes –quien luego se convirtió en la secretaría de prensa de Palacio de Gobierno y es actual integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Nacionalista– lo acompañaron a la notaría de Mario Arias Jaramillo, en Tingo María, para firmar un documento en el que se rectificaba voluntariamente de su denuncia contra Humala.

Tras estas revelaciones, otros juristas han opinado sobre el tema, como el abogado y exprocurador César Azabache, quién considera que es factible que el caso Madre Mía se reabra, pero antes –precisó– la Fiscalía debe confirmar si estas grabaciones son auténticas y legales; y si lo son, se debe explicar por qué estuvieron ocultas durante seis años y de qué manera las va a usar en el proceso.

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