EDITORIAL: OBSTRUCCIÓN A LA JUSTICIA Y BLINDAJE PRESIDENCIAL

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Sin duda alguna la ministra Marisol Pérez Tello es una de las encargadas de cuidar que la justicia no le pise los talones al presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Como se sabe, la ministra de Justicia Pérez Tello, despidió a la procuradora Julia Príncipe debido a que se opuso a la destitución de Katherine Ampuero como procuradora ad hoc del Caso Odebrecht. Según la ministra, perdió la confianza en Ampuero y, para separarla del cargo, no le quedó otra opción que destituir primero a Príncipe. Con lo cual ha neutralizado la investigación y denuncia contra Odebretech, con relación a la carretera Interoceánica, en la cual PPK resultaría muy comprometido en actos de corrupción.
Es escandalosamente sospechoso destituir procuradoras que denuncian vínculos de PPK con Odebrecht por la Interoceánica y por depósitos en cuentas. Cabe recordar que el presidente Kuczynski ha dado anteriormente su declaración, en calidad de testigo, al fiscal anticorrupción Hamilton Castro a fin de aclarar su participación en la firma del contrato de la carretera Interoceánica Sur (tramos 2 y 3), adjudicado a Odebrecht en agosto del 2005. Entonces, el hoy mandatario era ministro de Economía del gobierno de Alejandro Toledo, quien a su vez tiene orden de prisión preventiva por el mismo caso. He ahí también una causa posible de la falta de interés del PPK por traer prontamente a Toledo. A la fecha poco o nada es lo que se sabe de los avances de esta importante investigación.
Lo que queda claro es que así comenzó la caída del humalismo, que se cerró de manera escandalosa a cualquier posibilidad de investigación hacia su gente vinculada a su gobierno, en el caso del nacionalismo fue (porque Príncipe intentó) investigar a la ex pareja presidencial. En este caso, es porque la señora Ampuero solicitó que el presidente Kuczynski sea investigado.
Da la impresión que existe un poder obstruccionista en el Perú, bajo una consigna tácita que traba la lucha contra la corrupción. Estamos frente a un Ejecutivo que no quiere que el Congreso le haga control político, que no quieren a una contraloría que los cuestione y ahora no quieren a una procuraduría que los investigue.
Al parecer el decreto de urgencia 003-2017, citado por la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, estaría hecho a la medida para justificar la remoción de Ampuero, y proteger a las empresas consorciadas con Odebrecht.
Lo más grave de todo esto es que PPK ha rehusado manifestarse al respecto de este delicado caso que lo atañe directamente, declarando que ese es un asunto de la Ministra de Justicia. Julia Príncipe ha dicho con toda claridad que su despido “era un pedido del presidente y del premier” por lo que deben ser interpelados tanto la ministra Pérez Tello como el premier Fernando Zavala. La primera por mentirle al país al decir que la procuradora Príncipe había renunciado cuando en realidad la estaban despidiendo. Y a Zavala para que explique los motivos de la acusación de la procuradora, y las razones oficiales que motivaron la orden de despido, lo cual sería una clara muestra de injerencia del ejecutivo.
Según refiere la ex procuradora Príncipe, la incomodidad del gobierno con el trabajo de los procuradores empezó en marzo pasado, cuando el procurador anticorrupción Amado Enco pidió a la fiscalía incluir al entonces ministro de Transportes, Martín Vizcarra, en una investigación preliminar por el Caso Chinchero.
Al mismo tiempo Príncipe dijo: “Me pregunto y nos preguntamos, ¿qué fue de la prometida independencia, de la prometida autonomía, qué fue de la lucha frontal contra la corrupción. Me cuesta creer que solo quedó en un discurso electoral”. Y sí pues los hechos evidencian que toda el parloteo desplegado por PPK y su plancha presidencial, referida a combatir la corrupción fue puro cuento. Con estos hechos están ratificando que se puede investigar a cualquiera menos a ellos y al que no siga la línea simplemente se le despide irrespetuosamente, como se ha hecho con ambas procuradoras. Esto que está sucediendo en mi opinión es un acto de clara obstrucción a la justica. Una perla negra más de este gobierno en sus intenciones de blindar a su gente y proteger los intereses de trasnacionales corruptas y corruptoras. Así están las cosas en el país. Hasta mañana mis amigos de Primera.

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