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Las promesas de lucha anticorrupción, propaladas a diestra y siniestra en la última campaña presidencial, por parte de Pedro Pablo Kuczynski y diferentes líderes de la agrupación Peruanos por el Kambio han caído en saco roto. Todos los procesos en los que se ha avanzado con algunas detenciones como las del el ex presidente Ollanta Humala y la su esposa Nadine Heredia corresponden a procesos iniciados hace ya varios años. En el caso de Alejandro Toledo se percibe un blindaje asolapado que vendría por orden del Ejecutivo, que se ha puesto de manifiesto con la pausa en la orden de detención que pesaba sobre él por el caso Ecoteva.
Hay que tener en cuenta que la contraloría no es la entidad que va a resolver los problemas de todo el país. Hay varias instancias que deben cumplir su rol: el Ministerio Público, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo. Este es un Estado unitario y presidencial. Y es el presidente de la República quien tiene que dar el ejemplo con una posición firme y constante en la lucha anticorrupción.
PPK tiene que darle a la lucha anticorrupción la importancia debida. Se nota que le falta carácter, le falta liderazgo. En el 2015 se pronosticó que el Perú puede pasar a una ‘mexicanización’ si seguíamos mirando por encima del hombro a la corrupción y estamos seriamente encaminados a eso.
Hasta diciembre del 2015 se había denunciado por corrupción a 7.500 funcionarios, de los cuales 560 han sido condenados, y solo 33 han ido a la cárcel. Este gobierno tiene que ver la manera de analizar cómo debe funcionar el Poder Judicial, porque un país sin justicia no es un país viable.
Los partidos políticos no han incorporado gente profesional en los gobiernos regionales. Hay cambios drásticos que hacer. En la medida en que no se fortalezcan los partidos no vamos a tener un buen manejo del país.
Ministerios, organismos autónomos, gobiernos regionales y municipalidades de las capitales de departamento son las instituciones con mayor porcentaje de corrupción. Hay una relación inequívoca: entre mayor presupuesto, mayor corrupción. Bajo el paraguas de la descentralización, los gobiernos regionales siguen pensando que pueden hacer lo que les viene en gana con el dinero del erario nacional.
Mientras que el funcionario vea que su negocio de ser corrupto es rentable e impune, porque no se va a la cárcel, la corrupción se fortalece, se multiplica y se expande. Se requiere obligar al gobierno de PPK a que asuman el liderazgo de la lucha contra la corrupción. La cara de la lucha contra la corrupción tiene que ser el presidente de la República, porque es el jefe de todos los peruanos, el gerente general, el presidente de directorio.
Las grandes guerras se ganan con liderazgo. Y hay que declararle la guerra a la corrupción, no he visto hasta ahora esa declaratoria. Será tal vez porque los llamados a perseguirla y enfrentarla tienen un tremendo rabo de paja que amenaza con encenderse en cualquier momento. Sobre todo porque está pendiente el interrogatorio que la comisión Lava Jato del congreso le debe hacer al presidente Kuzynski. De la cual deben salir muchas respuestas de interés nacional para la lucha anticorrupción. Sobre todo los vínculos y responsabilidades de PPK en el caso de corrupción de la Interoceánica. Hay que impulsar el tema de la lucha anticorrupción pues ella es la causa principal que impide el desarrollo del país. Hasta mañana mis amigos de Primera.
