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Cuando obligan a guardar absoluto silencio ante la prensa, es más que seguro que algo oscuro está sucediendo y buscan de mil formas evitar que salga a la luz pública. Y eso es lo que parece que se ha iniciado en la Federación Peruana de Fútbol, donde se ha pedido por escrito a todos sus integrantes, “cumplir al pie de la letra su nueva Política de Discreción”.
Con esta medida, la Federación Peruana de Fútbol ha dispuesto en adelante una política de ‘discreción’ respecto al acontecer que ocurre diariamente en todos sus estamentos.
Según se supo, el nuevo gerente de comunicaciones, Pablo Fernández, ha enviado un comunicado a las diferentes áreas de la FPF advirtiendo que se tomarán medidas al respecto.
Así por ejemplo, ningún colaborador puede entregar información relacionada a la institución a los medios periodísticos. Se advierte que solo habrá algunos voceros, aún no nominados
Si un medio se contacta con un colaborador no designado, este deberá consultar con el gerente de comunicaciones a fin de ver si es autorizado o no. Si un colaborador participa en eventos externos, deberá informarlo al área de comunicaciones para ser “asesorado”. De lo contrario, deberá asumir su responsabilidad.
Si un periodista solicita información confidencial, el colaborador está obligado a evitar las respuestas y pedirle datos al periodista que el vocero oficial se contacte.
Si la entrevista es en vivo, el colaborador debe decir: “Agradezco la pregunta, pero no soy el vocero autorizado para responder”.
Hasta el momento, el presidente de la FPF no ha comentado sobre esta postura del nuevo gerente de Comunicaciones, que sin lugar a dudas debe haber sido adoptada bajo sus órdenes. ¿Qué se está tratando de esconder en el fútbol peruano? ¿Está apareciendo un nuevo Burga?
